La persistencia retiniana fue un fenómeno esencial para el nacimiento del cine. Básicamente consiste en la retención de una imagen en la retina durante una décima de segundo, pudiendo seguir viéndola durante este período de tiempo aun cuando ésta ya ha desaparecido de nuestros ojos. De esta forma, se logra que no veamos la realidad como una serie estática de imágenes, sino como una secuencia ininterrumpida de las mismas.
Este fenómeno óptico propició la invención
de mecanismos destinados a crear la sensación de movimiento. El cine, que
posteriormente también fue uno de ellos, lo que hace realmente es proyectar una
sucesión de imágenes fijas que el cerebro une gracias a la permanencia en nuestra
retina de la imagen anterior. Para visualizar y contextualizar mejor la
cantidad de instrumentos y juguetes ópticos que se fueron inventando, los hemos
reunido en una línea cronológica (dividida en varias entradas que iremos publicando). Algunos aparatos no se han podido incluir debido a la
falta de imágenes para ilustrarlos o el desconocimiento de fechas, pero los
nombraremos igualmente porque obviamente también existieron.
1667 – Rueda de Newton: Es un instrumento de física creado por Isaac
Newton cuyo objetivo es que la retina recomponga la luz blanca a través del
movimiento giratorio de los colores del espectro visible (arco iris). El
aparato consiste en un disco pintado en forma de “quesitos” con dichos colores.
Al girarlo, la retina percibe el color blanco, pues la luz blanca es la suma de
todos ellos.
2ª mitad siglo XVIII y siglo XIX
– Zoograscopio: También llamado
visor óptico, es un tipo de caja óptica formado por una pieza rectangular de
madera dividida en dos y sostenida por un pie. Sobre el pie hay una lupa, por
la que se mira hacia la otra parte de la pieza de madera, la cual está
inclinada y en la que hay un espejo. Dicho espejo refleja la vista óptica, en
este caso opaca, normalmente un grabado coloreado cuyo dibujo presentaba
perspectivas muy pronunciadas y realizado con la técnica de la cámara oscura.
El grabado debe colocarse con el dibujo girado a 180 grados, para que el espejo
reflejara la imagen en sentido correcto. Tuvo su origen en Gran Bretaña.
1817 – Caleidoscopio: El efecto del caleidoscopio ya era conocido en la antigua China, pero fue patentado como juguete óptico por el científico británico David Brewster en 1817. Se compone de un cilindro con tres largos espejos en su interior, que están unidos entre sí formando un prisma triangular. En uno de los extremos del tubo se dispone un compartimento que contiene piezas de colores, de cristal, papel, u otro material; en el otro extremo se abre un agujero para mirar en el interior. Gracias a los espejos internos, se consigue el efecto óptico de que las piezas de colores forman un círculo. Girando el caleidoscopio, las piezas se van combinando de diferentes formas. En España se comercializó a partir de 1894, año en el que Agapito Borrás fundó la empresa juguetera del mismo apellido. Una variante del caleidoscopio es el decascopio, el cual no contiene piezas, sino que es el entorno lo que se observa a través de la segmentación de los espejos.
1820-1829 – Taumatropo: Fue comercializado por John Ayrton Paris. Consiste en un disco de cartón en el cual se dibuja en cada una de sus caras una imagen diferente, pero complementarias entre sí (por ejemplo, un pez y un acuario, unas flores y un jarrón…). El objetivo era juntar las dos imágenes en la retina dando rápidas vueltas al disco, para ello se ataban dos cuerdas a los extremos del mismo y se giraba. También se comercializaron taumatropos accionados por una manivela.
1827 – Litofanía: Utilizada como juguete óptico, se trata de una fina placa de porcelana translúcida, tallada o vaciada con molde y enmarcada. La placa tenía dos dibujos: uno era el relieve a simple vista; el otro, una imagen latente que aparecía al colocar una fuente de luz detrás de la placa. Los relieves son más gruesos cuanto más sombreadas sean las zonas en cuestión. Gracias a la iluminación y a los relieves del dibujo latente se consigue dotar de profundidad a la imagen en conjunto. La técnica de la litofanía fue patentada en Francia por el diplomático Paul de Bourgoing.
1832 – Fenaquitoscopio: Inventado por el físico belga Joseph Plateau, en
origen como instrumento científico. Tal fue su éxito que se convirtió en un
juguete óptico. Consiste en un disco de cartón dividido en 16 partes iguales, con
pequeños huecos en los extremos, y en el centro una serie de dibujos dispuestos
de forma circular, describiendo una acción (por ejemplo, la pirueta de un
acróbata). El objetivo es girar el disco, sujeto por un mango, ante un espejo y
mirar por esas pequeñas ranuras. Entonces se ve la imagen de los dibujos
reflejada en el espejo como si fuera un movimiento continuo. Alphonse Giroux
(ebanista y fabricante de la primera cámara de daguerrotipos) distribuyó otro
dispositivo parecido, pero con las ranuras y los dibujos reducidos de dieciséis
a diez. También se fabricaron fenaquitoscopios que no precisaban del espejo.
Imágenes de: Museo del Cine-Colección Tomàs Mallol (Rueda de Newton y fenaquitoscopio);
Museo del Cine de Filmoteca Española (zoograscopio y taumatropo); Museo Nacional
del Romanticismo (litofanía); Pixabay (caleidoscopio).
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