Comenzamos 2022 con la película que marcó el inicio del cine sonoro: El Cantor de Jazz, dirigida por Alan Crosland en 1927.
La transición al cine sonoro no se produjo de la noche a la mañana, ni siquiera El Cantor de Jazz fue la primera película con sonido sincronizado. Ya en 1926 Warner Brothers empleó el Vitaphone, un sistema de sonido en disco que permitió sincronizar la música y los efectos sonoros (dejando atrás el acompañamiento musical en directo de los pianistas) para estrenar Don Juan. Pero con El Cantor de Jazz (segundo largometraje de Warner Brothers con Vitaphone), además de la música, se sincronizó el diálogo en los números musicales y algunas conversaciones, lo que hizo que esta película estadounidense sea considerada el comienzo del cine sonoro. No fue hasta 1928 cuando Warner Brothers, empleando por tecera vez Vitaphone, estrenó la primera película con la totalidad del diálogo grabado: Luces de Nueva York .
El Vitaphone fue el sistema propio de sonido en disco de Warner Brothers. Esta tecnología fue tan novedosa que en 1927, cuando se estrenó El Cantor de Jazz, aún no estaba lo suficientemente preparada ni desarrollada para grabar todo el diálogo, ya que hubiera requerido gran cantidad de registros, así como la dificultad que suponía sincronizar cada registro individual con las imágenes en movimiento. Sin embargo, las limitaciones técnicas no fueron obstáculo para que el director de la película, Alan Crosland, utilizara este sistema en varias escenas, mezclando diálogos con intertítulos para los momentos de diálogo mudo, aparte de música y efectos sonoros pregrabados.
En la primera edición de los premios Oscar, celebrada en 1929, El Cantor de Jazz ganó un premio especial por su revolución en la industria del cine y su guionista Alfred A. Cohn, estuvo nominado en la categoría de Mejor Guión Adaptado. Posteriormente, se han realizado versiones de la película en 1952 y en 1980.
Alfred A. Cohn |
Imágenes de Wikimedia Commons
No hay comentarios:
Publicar un comentario