viernes, 24 de septiembre de 2021

La revolución del cine soviético

Ya antes de la revolución rusa de 1917 el cine tuvo cabida en este amplio país. Desde la coronación del zar Nicolas II en 1896 hasta la revolución, el cinematógrafo se utilizó para grabar algunos acontecimientos históricos y algunas películas de ficción como El padre Sergei (Yákov Protazánov, 1917), con una fuerte influencia del cine de Pathé.

Tras la revolución rusa de 1917, Lenin dio mucha importancia al cine para expandir los ideales de la revolución entre una población analfabeta; por este motivo nacionalizó la industria creando estudios de cine por todas las repúblicas soviéticas y formó a sus especialistas, creando escuelas de cine como el Instituto Pansoviético de Cinematografía. Este cine soviético no comenzó a destacar hasta que finalizó la guerra civil en 1921. El ideario bolchevique de la URSS se difundió internacionalmente gracias al cine de Sergei Eisenstein con películas como El acorazado Potemkin (1925) u Octubre (1927).

Cartel El acorazado Potemkin.

Algunas de las principales características del cine soviético son una cinematografía propagandística, experimental, donde no existe un protagonista claro y la masa se lleva todo el protagonismo, y el avance en las teorías del montaje. Hay que destacar a tres cineastas dentro de estos primeros años del cine de la URSS que incurrieron en las teorías del montaje para crear sus obras: Sergei Eisenstein, Lev Kuleshov y Dziga Vértov.

Sergei Eisenstein: fue uno de los primeros teóricos del cine. Sus películas mezclaban imágenes de ficción con imágenes reales para mostrar e inculcar ideas a los espectadores gracias al montaje del llamado “Cine Puño”. El acorazado Potemkin (1925) es una de las obras más recordadas del cine de la URSS; su montaje consigue dar sentido a la sublevación que se llevó a cabo en dicho acorazado en 1905, y muestra además la reacción de los habitantes del pueblo de Odessa, con la secuencia del carrito de bebé precipitándose escaleras abajo que tantas veces ha sido parodiada en la historia del cine. Eisenstein también rodó Octubre (1927), en la cual recreaba los sucesos acontecidos en la Revolución de Octubre, pero de la mano de Stalin, sometiéndose a su censura en diversos temas, como las referencias a Trotski. Eisenstein salió de la URSS en 1930 y pudo viajar a Estados Unidos y México, para más tarde tener que volver a la URSS. En sus años posteriores rodó las tres partes de Ivan el Terrible (1944 - 1958 - 1988), la segunda parte siendo estrenada 12 años después de ser terminada por la censura de Stalin y quedando la tercera incompleta por la paralización del rodaje por el mismo problema, y más tarde por el fallecimiento de Eisenstein en 1948.

Cartel Octubre.

Lev Kuleshov: tras la Revolución de Octubre y durante la guerra civil rusa, Kuleshov estuvo al frente de noticiarios y grabó documentales de la guerra junto a las tropas. Pasó a ser profesor en el Instituto Pansoviético de Cinematografía y teorizó sobre el montaje, creando el famoso “efecto Kuleshov”, que consiste en mostrar la misma secuencia junto con diferentes imágenes para implantar ideas en los espectadores y así sugerir distintos estados de ánimo dentro de la misma secuencia. En el siguiente enlace Alfred Hitchcock explica qué es el “efecto Kuleshov”. Además, Kuleshov también creó la teoría de la “geografía creativa”, grabando una única secuencia en tres lugares diferentes y, a través del montaje, creando una sola localización en su obra.

Efecto Kuleshov.

Dziga Vértov: las primeras películas tras la Revolución de Octubre fueron noticiarios, y Vertov dirigió el primero de ellos, llamado “Kino-Nedelia”, y más tarde otros llamados “Kino-Pravda” (cine verdad). A través de estos teorizó sobre la estética cinematográfica, defendiendo que la realidad debía ser captada tal y como era, creando así el “Kino Oko” o cine ojo. El cine ojo estaba a favor de que las imágenes muestren hechos a través de la realidad, sin utilizar la ficción, por lo tanto, la cámara era la que grababa lo que ocurría, tal y como era, sin utilizar trampas. Esta se escondía para poder captar escenas reales. Su película más conocida fue El hombre de la cámara (1929), fue un documental que se rodó sin rótulos ni guion, captando un día en la vida cotidiana soviética para más tarde juntarla a través del montaje para sugerir ideas o emociones. A pesar de que teóricamente el cine ojo no utilizaba truco alguno, Vertov sí que utilizó algunos planos con la cámara en posiciones imposibles, como en las vías de un tren pasando un tren por encima, o incluso mostrando a una cámara moviéndose sin operador mientras es admirada por diferentes personas. Fue un documental crítico con las desigualdades de clases, dando importancia también a la técnica del cine, mostrando cómo se elabora la película al mismo tiempo que los espectadores la están viendo.

Cartel El hombre de la cámara.

El cine soviético durante la década de los años XX fue un cine revolucionario, propagandístico y experimental, que, a pesar de chocar en muchas ocasiones con la censura, ahondó en la teoría del montaje y repercutió enormemente en el tipo de cine que se realizaría en los años venideros, llegando a influir en gran medida en los realizadores que hoy en día siguen creando obras cinematográficas de todo tipo y en todo el mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario