Ya hablamos del orden dentro de la temporalidad cinematográfica, además de este, Christian Metz distinguía la duración y la frecuencia.
La duración es la comparación entre el tiempo de los acontecimientos dentro de la diégesis y el tiempo que se tarda en narrarlos. La frecuencia es el número de veces que un acontecimiento se evoca en el relato.
Para hablar de duración primero debemos distinguir entre historia y relato:
La historia es lo que se cuenta, la reconstrucción cronológica de los acontecimientos, es decir, contar una historia de principio a fin. El relato es la manera de contar la historia, es decir, cuenta los acontecimientos como los expone el autor. Un ejemplo de ello sería contar una historia (lo que se cuenta) empezando por el final, o haciendo pequeñas pausas para describir lugares o personas.
Dentro de la duración podemos distinguir una serie de términos:
La pausa: el tiempo del relato tiene una duración indeterminada y el tiempo de la historia es cero. Un ejemplo de ello es una descripción con planos de un espacio, el relato sigue avanzando, pero la historia se queda parada durante ese tiempo.
La escena: el tiempo del relato es igual que el tiempo de la historia. Es un conjunto espacio-temporal, todo transcurre en el mismo tiempo y espacio. El plano secuencia es la mejor forma de distinguirlo. Un plano secuencia es una secuencia completa grabada en un solo plano, sin cortes. Un ejemplo típico de plano secuencia es el comienzo de Sed de mal (Orson Welles, 1958), pero también hay películas grabadas de forma íntegra en plano secuencia (con algunos trucos, por supuesto, como muestro en el siguiente fragmento), por ejemplo La soga (Alfred Hitchcock, 1948) o Birdman o (La Inesperada Virtud de la Ignorancia) (Alejandro González Iñarritu, 2014).
Cartel película La soga. |
El sumario: el tiempo del relato es más corto que el tiempo de la historia, es un resumen de lo ocurrido en un tiempo más largo de lo que se nos presenta.
La elipsis: el tiempo del relato es cero mientras que el de la historia es indeterminado, es una omisión de fragmentos de la historia de la película a través de saltos temporales o espaciales.
La dilatación: el tiempo del relato es más importante que el de la historia, la cámara lenta sería un buen ejemplo de ello.
Dentro de La frecuencia también podemos distinguir una serie de términos:
El relato singulativo: cuenta una vez lo que ha ocurrido una vez en el relato. Prácticamente cualquier película con una estructura básica y lineal.
La frecuencia múltiple: cuenta “x” veces lo que ha ocurrido “x” veces en el relato. Por ejemplo la película Atrapado en el tiempo (Harold Ramis, 1993), en la cual un hombre tiene que vivir el mismo día una y otra vez.
Cartel película Atrapado en el tiempo. |
El relato repetitivo: cuenta “x” veces lo que ha ocurrido una vez en el relato. Por ejemplo películas que cuentan un suceso desde diferentes puntos de vista, como se hace en Rashomon (Akira Kurosawa, 1950).
Cartel película Rashomon. |
El relato iterativo o frecuentativo: cuenta una vez lo que ha ocurrido muchas veces. Por ejemplo Madre! (Darren Aronofsky, 2017) o La llave del mal (Iain Softley, 2005), como podemos comprobar con sus finales.
Cartel película Madre! |
No hay comentarios:
Publicar un comentario